martes, 28 de mayo de 2013

Silo, método de conservación de alimentos para la ganadería

Los departamentos de la región Caribe son afectados negativamente por los intensos veranos que disminuyen la disponibilidad de alimento para el ganado, lo que afecta los índices productivos, reproductivos y aumenta la mortalidad por inanición.


Los aprendices de los programas Tecnólogo en Reproducción bovina y Producción Ganadera, del Centro Acuícola y Agroindustrial de Gaira, conocen esta problemática ya que son oriundos de la región. Una de las principales competencias de sus programas de formación es la nutrición animal con materias primas de la zona. “En esta área aprenden no solamente a reconocer las diferentes opciones de alimentos sino además a conservarlos para poderlos utilizar en las épocas de baja disponibilidad”, afirma el instructor William Niño Navas.

El ensilaje es un método de conservación de alimento que es guardado en una estructura llamada silo o contenedor. Su capacidad es determinada de acuerdo con las necesidades como el número de animales, las raciones a suministrar, el tipo de explotación ganadera ya sea para producir carne y/o leche, la capacidad económica y si la forma de la finca es plana o en montaña, entre otras.

Con cuatro hectáreas sembradas de diferentes tipos de alimento (forraje) como sorgo, maíz y pasto de corte, entre otros, el Centro de formación utiliza el ensilaje como una estrategia para su preservación, ya que es económico, práctico y permite su almacenamiento sin límite de tiempo.


La fabricación de ensilaje consiste en cuatro etapas: primero se corta y se tritura en trozo pequeños el forraje a ensilar, este debe realizarse en la época adecuada de desarrollo de la planta ya que no sirve que esté ni muy joven ni muy madura para aprovechar los niveles máximos de nutrientes. En cuanto al triturado no debe quedar alimento mayor a 1 cm para así agilizar el proceso de descomposición; seguidamente se le añade agua con melaza con el fin de optimizar una degradación en ausencia de oxígeno por parte de  los microbios, para luego compactarlo y sellarlo herméticamente, apto para el consumo animal luego de 45 días.

Como principal estrategia para mitigar los efectos negativos de los intensos veranos, los ganaderos de la región han venido implementando cada vez más esta técnica gracias a que es una fuente alternativa de alimentación. Por su parte, Amauri Vimenico, un importante jefe de ganadería de la Hacienda El Edén, del Municipio de Nueva Granada, expresó: “Es una ayuda muy importante ya que con esta estrategia el ganado no se atrasa y no hemos vuelto a tener muertes por falta de alimento, nosotros aquí hacemos aproximadamente 10.000 toneladas de silo que utilizamos para las épocas de verano”.


Tipos de silos


Los silos o contenedores utilizados en el Centro de formación son de montón y en tanques. El silo de montón se elabora apilando los forrajes cortados y triturados directamente sobre el suelo y apisonados con el tractor capa sobre capa para luego ser tapado con un plástico negro evitando la entrada de aire; mientras que los silos de tanque se elaboran de manera más artesanal en tanques plásticos de 55 galones donde los aprendices van llenando y al mismo tiempo oprimiendo el ensilaje con un pisador hasta llenar completamente el tanque para luego sellarlo herméticamente.


El uso de tanques puede ser más práctico si el número de animales no es tan alto ya que se utiliza una menor cantidad y se puede determinar mejor la ración ya que cuando se abre un silo de montón las pérdidas aumentan si no se utiliza rápidamente”, manifestó el instructor Niño Navas, debido a que una vez abierto, la entrada de aire afecta su calidad.

Además de estos existen silos de trinchera, de torre, canadiense, de bunker, y en bolsa, entre otros, de acuerdo a las capacidades económicas, cantidades de animales y características propias de la zona.

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