Rodeada de heliconias, wagnerianas rojas, rostratas y musas, esta ingeniera agrónoma de la Universidad Nacional e instructora de Agricultura Orgánica en el Centro Acuícola y Agroindustrial de Gaira, en Santa Marta, trabaja junto con sus aprendices en la adecuación de una hectárea de terreno para el cultivo y producción de estas maravillosas especies vegetales, proyectando esta actividad como opción viable de negocio productivo para el Departamento.
Clara Patricia tiene presente que producir estas flores en un clima desértico y de constantes vientos, característico en esta zona del país, requiere de una ardua dedicación. Sin embargo, su amplia experiencia en el área agrícola adquirida en Bogotá y Santa Marta, así como la perseverancia de su equipo de trabajo, fueron claves para sacar adelante esta iniciativa y obtener productos de calidad.“Queremos demostrar que no importan las condiciones agrestes de una región o de un terreno para producir flores exóticas orgánicas. El hombre tiene la capacidad de crear las condiciones necesarias para lograrlo a través de microclimas artificiales, generando así biodiversidad y cumpliendo normas agroecológicas que el mundo globalizado nos está exigiendo cada día más” puntualizó la instructora.
Clara Patricia ve al SENA como la entidad que le ha permitido desarrollar sus ideas, además de transmitir sus conocimientos a jóvenes comprometidos con la explotación agropecuaria ecológica, pensada como un estilo de vida, de subsistencia y de aporte para una sociedad ambientalmente sostenible. “Ésta es una nueva alternativa de trabajo para los magdalenenses. Estamos en una tierra promisoria que posee grandes riquezas naturales: flores tropicales, exóticas y hermosas por naturaleza. La idea es aprovechar estos recursos para salir adelante con una opción sostenible de agronegocio” expresó Clara Patricia.
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