A través del Centro Acuícola y Agroindustrial de Gaira, aprendices del programa Tecnólogo en Control Ambiental, liderado por los instructores Lina Robles Saltaren e Ives Vallecia Gravina, dieron inicio al proyecto de generación de abono orgánico, el cual tiene como objetivo mejorar las condiciones del suelo a través de la técnica de compostaje, la cual consiste en manipular grandes volúmenes de residuos orgánicos de forma que se evite la contaminación, y al mismo tiempo se pueda obtener un producto final re utilizable.
El compost es el proceso biológico aeróbico, mediante el cual los microorganismos actúan sobre la materia rápidamente biodegradable (restos de cosecha, excrementos de animales y residuos urbanos), permitiendo obtener abono excelente para la agricultura. Entre de los residuos orgánicos empleados para la elaboración del abono se encuentran el agua, las hojarascas, ciscos de café, bobinasa, gallinaza, porquinaza y estiércol que es uno de los principales residuos para llevar a cabo esta técnica.
El proceso tiene una duración de 40 a 45 días, la primera semana se eleva a una temperatura de 50ºC a raíz de la descomposición de la materia orgánica la cual al final da un producto rico en nutrientes que mejoran las condiciones ambientales del suelo.
Por su parte, la instructora del programa Lina Robles Saltaren asegura que “con este proyecto los aprendices no solo van a estar formados en el área de Control Ambiental, sino que también van a contribuir al manejo y conservación del medio ambiente a través de residuos orgánicos”.
Por lo tanto las competencias a desarrollar de los aprendices es tratar los residuos con base en parámetros técnicos ambientales vigentes y establecidos por políticas sectoriales y empresariales.
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